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A Disen le gustan las alturas |
Antes de nada, contaros un poco de qué va la historia.
Se recibe en una cajita mu mona donde el elf viene sentadito y acompañado de un libro, que al leer a los niños, se explica cómo usarlo y cuáles son las normas. Básicamente, lo que el cuento ilustrado explica es que el niño(a)/os(as) que lo reciban deben darle nombre al verlo. Aparecerá, preferiblemente, en un sitio fuera del alcance de los niños pero que esté visible. Para que pueda ver cómo se portan. No se le puede tocar porque si se le toca perderá la magia. Si pierde la magia no puede volar al Polo Norte a ver a Santa. En pocas palabras, si es tocado, se pone muy enfermito y es muy posible que no se cure. Cada noche, después de que los niños se van a dormir, el elf viaja hasta el Polo Norte a ver a Santa para contarle las aventuras de ese día y cómo se han portado. Cada mañana los niños lo encontrarán en un sitio diferente.
Por supuesto, es un invento absolutamente comercial, pero es uno de esos que me parecen que merece la pena hacerlo. La cara de los niños todas las mañanas cuando ven a su amiguito no tiene precio. Eso sin mencionar la alegría que tienen la primera mañana que le ven cada Navidad. El primer año es una novedad pero a partir del segundo, el elf se convierte en un amiguito al que echaron de menos, y sin él la Navidad ya no sería la misma. Además, desde el punto de vista de un adulto, el elf ayuda a que los niños tengan más claro, en término de tiempo, cuánto falta para que Santa venga. Eso, sin mencionar que el elf le contará a Santa, cada día, cómo se han portado los niños. Y eso es un incentivo extra para que ellos se esfuercen más en portarse bien.
El elf se vende aqui, no creo que en España se pueda conseguir en otro sitio. No conozco una versión en español. Hay una película disponible, que dura unos 30 minutos, en inglés, y cuenta la historia de un elf y cómo llegó a una casa donde uno de los niños no creía en su magia. Es cortita pero entretenida y ayuda a que los niños le vean más real.
Y una vez que ya le tienes y has hecho las debidas presentaciones y explicado las normas, a divertirse poniéndole cada noche en un sitio diferente y esperar a ver cuánto tardan los niños de la casa en encontrarle.
Lo siguiente a tener en cuenta es que a veces pasan accidentes. Por ejemplo, la semana pasada, Unai estaba jugando con un globo y le dio un golpe a Disen, que estaba en la lámpara del techo, y lo tiró al suelo. Unai, muy preocupado vino a a la cocina para contarme lo ocurrido. Cuando voy al salón, ahi veo al pobre elf en mitad de la alfombra y mis hijos mirándome esperando una solución. Así que hice lo que cualquier madre haría:
1.- Les dije que para ver si Disen todavía no había perdido toda su magia y ver si podía volar hasta su médico en el Polo Norte, debían dejarle solo en la habitación.
2.- Abrimos todas las ventanas de la planta de abajo para darle una buena salida.
3.- Salimos todos de la habitación. Los niños se fueron a su habitación y yo me fui a la cocina a terminar de cocinar.
4.- Llamé a Unai y le dije que con mucho cuidado fuera a ver si Disen había conseguido volar.
Asi que Unai bajó al salón y, efectivamente, Disen ya no estaba. Para asegurarnos de que había conseguido volar, miramos por la terraza, esperando no verle en el suelo. Efectivamente, Disen no estaba por ninguna parte. Lo que significaba que había llegado al Polo Norte sin complicación.
Ese día todos lo pasamos un poco preocupados, pero con la esperanza de verle recuperado al día siguiente. Mientras tanto, le escribimos una nota a Santa para decirle que todo había sido un accidente.
Como debe ser, la historia tuvo un final feliz y al día siguiente vimos a Disen de nuevo, con una nota para Unai:
Y una vez que ya le tienes y has hecho las debidas presentaciones y explicado las normas, a divertirse poniéndole cada noche en un sitio diferente y esperar a ver cuánto tardan los niños de la casa en encontrarle.
Lo siguiente a tener en cuenta es que a veces pasan accidentes. Por ejemplo, la semana pasada, Unai estaba jugando con un globo y le dio un golpe a Disen, que estaba en la lámpara del techo, y lo tiró al suelo. Unai, muy preocupado vino a a la cocina para contarme lo ocurrido. Cuando voy al salón, ahi veo al pobre elf en mitad de la alfombra y mis hijos mirándome esperando una solución. Así que hice lo que cualquier madre haría:
1.- Les dije que para ver si Disen todavía no había perdido toda su magia y ver si podía volar hasta su médico en el Polo Norte, debían dejarle solo en la habitación.
2.- Abrimos todas las ventanas de la planta de abajo para darle una buena salida.
3.- Salimos todos de la habitación. Los niños se fueron a su habitación y yo me fui a la cocina a terminar de cocinar.
4.- Llamé a Unai y le dije que con mucho cuidado fuera a ver si Disen había conseguido volar.
Asi que Unai bajó al salón y, efectivamente, Disen ya no estaba. Para asegurarnos de que había conseguido volar, miramos por la terraza, esperando no verle en el suelo. Efectivamente, Disen no estaba por ninguna parte. Lo que significaba que había llegado al Polo Norte sin complicación.
Ese día todos lo pasamos un poco preocupados, pero con la esperanza de verle recuperado al día siguiente. Mientras tanto, le escribimos una nota a Santa para decirle que todo había sido un accidente.
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He de mencionar que todas estas notas fueron hechas por Unai con la ayuda de nuestra adorada nanny, Blanca. |
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Pido disculpas por la calidad de las fotos. No sé qué pasó ese día con la cámara. |
Si teneis alguna pregunta son relación a ideas o incluso con el texto del libro, contactarme. También podeis compartir conmigo alguna de vuestras ideas más ingeniosas en dónde habeis colocado a nuestro amiguito.
Espero que paseis unas felices fiestas!
Love. Live. Laugh.
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