Llegué a Nueva York el 17 de Febrero del 2005 para estudiar con un director de teatro fantástico, John Strasberg. En poco tiempo me enamoré de todo. No solo de mi director ( artísticamente hablando) sino de todo en general. De los altos edificios, de la multitud de gente, de toparme con modelos casi a cada paso, de la gente vestida de formas impensables para mi antes, de los enormes parques, y sobre todo del olor a arte que se respiraba por todas las esquinas. Aunque lo cierto es que el primer olor que se aprecia al llegar a NYC es el de un profundo aroma a comida basura. Tantos magníficos edificios me hacían sentir muy pequeña aunque al mismo tiempo tenía una sensación de grandeza por dentro, como de que todo era posible en esa ciudad. Una nueva energía se apoderó de mi que hizo que me quisiera comer el mundo. Mi idea inicial fue pasar un año en Nueva York para aprender más y empaparme del arte que esa ciudad tan fantástica desprendía, pero al poco de estar alli conocí al que hoy es mi marido. No fue exactamente un amor a primera vista pero en cuanto nos dimos el primer beso, supe que él era mi destino.
Nos casamos el 1 de julio del 2006 y nos mudamos cerca de su familia en Columbus, Ohio para formar la nuestra.
Es curioso como uno tiene una visión de lo que su vida va a ser. A veces soñamos con lo que queremos conseguir en un futuro y en cómo vamos a alcanzarlo. Lo gracioso del destino es que tiene su propio plan y no siempre encaja con el tuyo. El destino te pilla por sorpresa, desprevenida y a veces hasta le peleamos. Pero al final, el destino te sorprende con un futuro mucho mejor del que tu misma pudieras haber planificado o previsto.
Después de mudarnos a Ohio conseguí cumplir otro de mis sueños de niñez: ir a una universidad americana. Pero una de esas sorpresas que el destino me tenía preparada fue que me quedé embarazada an mi primer semestre. Unai, que ahora tiene 5 años, nació un poco antes de terminar mi primer año en psicología. Me gradué en Junio del 2011 y dos semanas después de graduarme me enteré de que estaba embarazada de mi segundo hijo, Eneko, que hoy tiene 2 años.
Después de mudarnos a Ohio conseguí cumplir otro de mis sueños de niñez: ir a una universidad americana. Pero una de esas sorpresas que el destino me tenía preparada fue que me quedé embarazada an mi primer semestre. Unai, que ahora tiene 5 años, nació un poco antes de terminar mi primer año en psicología. Me gradué en Junio del 2011 y dos semanas después de graduarme me enteré de que estaba embarazada de mi segundo hijo, Eneko, que hoy tiene 2 años.
Durante estos años en mi vida a la americana he pasado por diferentes momentos, emociones, y diferentes fases de aceptación de mi vida aqui. Pero lo cierto es que esta experiencia me ha enseñado mucho y no la cambiaría por la idea inicial de lo que creía o quería que fuera mi futuro. Tengo una familia a la que adoro y una carrera que me ha mostrado un nuevo camino mediante el que expresar mi creatividad.
Y me muero de curiosidad por ver a donde más me lleva.
No comments:
Post a Comment